Concédeme que Te venere y Te ame cual lo mereces; que ande con cautela en el sendero del acertadamente, guiado por el don del santo Temor de Dios; que tema el pecado más que ningún otro mal; que prefiera perderlo todo antiguamente que tu Agudeza; y que llegue un día a aquella atinado morada, donde Tú serás nuestra Luz y Consuelo, y, cual tier